Autores: Anna Książek, Andrea Pucci
Traducción: Ione Andia
Cuando después de una hora en bote, nosotros alcanzamos esta pequeña isla Malasia, al norte de Borneo, no podíamos creer lo que veíamos. Uno de estos fascinantes lugares que solo ves en las agencias de viajes, estaba justo en frente de nosotros.
El azul profundo del oceano, playas doradas, el verde intenso de las palmas, pequeños y rusticos jets funcionando como botes locales. Espacio, silencio, libertad: un paraiso.
Al menos eso fue lo que pensamos. Después de unos minutos más el paraíso empezó a revelar su lado oscuro.
Al principio fue la basura. Aunque nuestro lugar estaba literalmente a 10 pasos del oceano los voluntaries de Blue Life (Vida Azul) –la ONG que nos hospedó en la isla- nos advirtió desde el principio: si ustedes quieren nadar (eso es con lo que soñamos todos) deben ir al otro lado de la isla. Aquí cerca al pueblo es un gran tugurio. Y tristemente era verdad. Por generaciones los habitantes de la isla habían botado sus desperdicios dentro del oceano. El problema es que antes era material organico. Ahora, en el mejor caso el escenario es plastico el cual las olas traen de vuelta a la playa. En el oceano tu puedes encontrar todo –ropa, bolsas, baterías, incluso un televisor.
Una segunda marca malvada ocurrío por los turistas. Una orda de turistas quienes vinieron a la isla a las 11 y se fueron a las 3 de la tarde. Cuatro horas de ruido y selfies sin un poco de respeto por la gente local o por nosotros. Afortunadamente, con unos 20 minutos de caminata nosotros pudimos llegar al lugar donde nosotros ayudamos construyendo el
Salón Verde. Aquí la playa está todavía sin ser tocada; aislados del ruido y basura con agua fresca y cristalina también con cocos frescos de las palmas, admirando uno de los más hermosos atardeceres que hayamos visto, nosotros podríamos reflexionar sobre nuestra existencia y vida de el planeta. Y la perspectiva no es muy optimista.
El salón verde es uno de los proyectos iniciados por Blue Life (Vida Azul), organización no gubernamental que fortalice salvar Mantanani en cualquier manera posible.
Fred, director de Blue Life explica: Blue Life fue creado porque nostros queríamos ayudar a desarrollar el ecoturismo en la isla de Mantanani y el ecoturismo no es solo sobre recibir invitados y ofrecerles a ellos buena estadía, ecoturismo es sobre el ambiente marino, el ambiente social, relaciones con las personas locales. Nuestro propósito es construir una Buena relación con las comunidades locales y contribuir al desarrollo de su infraestructura y sustento.
Colaborar con las comunidades locales, pensamos, puede ser complicado y require mucha paciencia y comprensión. Algunos de los habitantes nunca han dejado la isla, eso es dificil para ellos a ver cosas desde una perspectiva más amplia, entender por qué tirar basura al oceano no es la major idea. Fred recluta voluntaries para sus proyectos desde afuera como gente local, para quienes los proyectos fueron creados, son a menudo no muy interesados. O quizas, basados en su experiencia previa ellos saben que la mayoría de los proyectos paran en la mitad. Por falta de recursos y una gota de entusiasmo. Pero Fred, a pesar de los muchos retos del día a día está determinado a continuar.
La fuerza directora para mi y para esta ONG es que nostros empezamos a interctuar muy cercanos con la comunidad local y porque de eso nosotros tenemos la responsabilidad por una larga carrera. Tu tienes que mostrar que tu eres serio con tu proyecto y estas realmente dispuesto de ir hasta el final, al punto cuando la comunidad puede tomarlo y ver eso como su propio logro.
Pero esto no es facil. Durante los retos diarios se puede mencionar conectados con la mentalidad de trabajadores, falta de recursos, la irresponsible actitud generando dependencia, un comportamiento que mantiene los locales esperando por financiación, sin la disposición de tomar la inciativa por si mismos. El dinero impredecible los desalienta a tomar acciones y, a largo plazo, les quita su sentido de incidencia y en consecuencia también su sentido de dignidad. Sus vidas son solo esperar que la mayoría de las decisiones sean hechas para ellos.
Políticos y hombres de negocios explotan a los habitantes de bajo nivel de educación e ingenuidad para alcanzar sus propias metas, las cuales usualmente contrastan con los intereses ambientales yde la gente ¿Cuál es la consecuencia?
Nosotros pasamos una semana en Mantanani. Y desde muchos de los puntos de vista esta semana cambió nuestra vida. Nos abrió los ojos y nos permitió ver que todo el mundo sabe, pero no muchos realemnte logran hacerle frente.
Nuestro planeta está muriendo. Nosotros no tenemos mucho tiempo. Si nosotros somos afortunados nuestros niños, quizás sus hijos, todavía tendran la oportunidad de vivir en la tierra. Sin embargo, más probablemente, ya nuestra generación será testigo de la destrucción. Nosotros no podemos decir si la naturaleza irá en aumento o más bien se dará una guerra como consecuencia de la escaces de comida y recursos.
La tierra está muriendo. Nosotros tenemos menos tiempo del que la mayoría de nosotros pensamos. No es la primera vez que nosotros escuchamos sobre estas amenazas ¿por qué solo en esta pequeña isla hemos entendido realmente? probablemente porque apesar de hablar con especialistas en el tema, nosotros lo hemos visto.Lo hemos visto llegar incluso a una perla de belleza inconcebible como Mantanni. Y fue brutal. Hemos visto el oceano muriendo. Los oceanos proveen cerca del 70% del oxígeno que respiramos. Árboles, sobre los cuales aprendimos en la escuela, producen menos de la tercera parte de esto. La muerte de los ecosistemas oceánicos significa que el juego terminó. Y el oceano está muriendo increíblemente rápido. Mantanani es el ejemplo perfecto. Hay mas corales lavados fuera en la playa que de pie en el arrecífe. Sobre los pocos que todavía resisten allí aún hay peces. Nada comparado a los cientos que estarían nadano felizmente alrededor. Y esto se pone peor. Cada vez más turistas, más basura, la comunidad local es sacada por inversores codiciosos y Mantanani no es un incidente aislado. La tierra está muriendo. Es suficiente con revisar los datos científicos.
Usted puede elegir uno de dos caminos: puede regresar a tu vida y creer que esto no es su problema. Si usted elige esta opción, igual le deseamos una vida hermosa. Si usted quiere algo diferente, tenga en cuenta dos puntos principales en los que vale la pena concentrarse. En primer lugar, debemos centrarnos en hacer lo que nos hace felices ¡Ahora! No tenemos mucho tiempo. Renuncie a todo lo que lo detiene y empiece a hacer las cosas que realmente quiere hacer. Ame, experimente, sienta, sigua sus sueños, viva cada momento de su vida.
Entonces, nosotros podemos contribuir a cambiar el mundo. Piense cuidadosamente en que vale la pena invertir su tiempo, energía y recursos. Cuáles acciones son cruciales y verdaderamente cambiarán algo. Qué acciones tienen que pasar ahora, inmediatamente. Decide también si quieres empezar tu propia iniciativa o encambio unirte a una que ya exista. La colaboración es muy importante. Necesitamos un movimiento masivo, que nos llevará a un cambio global. No es suficiente parar de usar bolsas plásticas o reciclar los desperdicios. Esta bien hacer eso, pero eso no cambiará la situación. Cada uno de nosotros debería empezar a cambiar el mundo ahora. Esto no pasará así como así. Esto no es algo que podamos delegar a otros. No podemos esperar que el gobierno se ocupe de eso. Es nuestra vida y nuestros hijos.
Creemos que la vida tiene sentido solo si seguimos nuestro propio camino, intentando dejar este mundo un poco mejor que como lo encontramos. Considerando que puede que seamos una de las últimas generaciones en este planeta, este pensamiento es más importante que nunca. Antes de lo que piensas puede ser ya demasiado tarde.
La buena noticia es que más y más gente entiende esta cuestión. Viajando alrededor del mundo vemos claramente que un gran cambio está llegando. La gente comienza a darse cuenta de que no podemos seguir de la misma forma si queremos salvar nuestro planeta y nuestras vidas. Personas como Fred de Blue Life están por todas partes, literalmente por todas partes. Pero necesitan nuestra ayuda. Ayuda de cada una de las personas. Juntos podemos hacer mucho. Podemos hacerlo todo.
Changemaker, Fred Weirowski - director de Blue Life, totalmente comprometido en salvar la isla de Mantanani.
Puesta de sol en la isla de Mantanani. Cada puesta de sol es un verdadero milagro de la naturaleza. Es un momento maravilloso para reflexionar, meditar, estar contigo mismo.
Esta parte deshabitada de la isla es un gran basurero. Aquí se puede encontrar todo: montañas de plástico, ropa, electrónica. Parte de la basura es de la isla, parte del continente.
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